Dios tiene para darnos tesoros infinitos. Por Fr. Lorenzo de la Resurrección

Dios tiene para darnos tesoros infinitos, y nosotros nos contentamos con una devocioncilla sensible, que dura un momento...¡Qué ciegos que somos!, pues con ello atamos las manos a Dios y ponemos coto a la abundancia de sus gracias. Mas si encuentra un alma rebosante de fe viva, derrama sobre ella gracias abundantes. Es un torrente retenido por la fuerza en contra de su curso normal, que, al encontrar una salida, se derrama impetuoso y desbordante. Sí, muchas veces detenemos ese torrente, por el poco aprecio que hacemos de él. ¡No lo sigamos deteniendo, entremos dentro de nosotros mismos, rompamos ese dique!
Le confieso todas mis travesuras; le pido perdón por ellas y me abandono entre sus manos para que haga de mí lo quiera. Y ese Rey lleno de bondad y de misericordia, lejos de castigarme, me abraza con amor, me hace comer a su mesa, me sirve con sus propias manos, me entrega las llaves de sus tesoros y me trata en todo como si yo fuera su favorito; conversa y se goza conmigo de mil y mil maneras, sin recordarme el perdón ni despojarme de mis viejos hábitos. Por más que le pido que me haga según su corazón, me veo cada día más débil y más miserable, y sin embargo mimado por Dios.
Un alma depende tanto más de la gracia cuanto a más alta perfección aspira; y necesita tanto la ayuda de Dios, que sin él no puede hacer nada.
La confianza que tenemos en Dios lo honra eb gran manera y nos obtiene grandes gracias. 

Fuente: Extraído de : Fray Lorenzo de la Resurrección, Vida y Pensamientos. Se trata de un humilde hermano lego carmelita (1640), paso gran parte de su vida en una comunidad en París donde desempeñó labores muy humildes. Sin formación académica escribió pequeños libros llenos de doctrina sobre la presencia de Dios.

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